Ana Rodera. De formación, es doctora en Educación y Tecnología; de vocación, profesora de educación física. Profesionalmente, se considera “poli-val(i)ente”. Combina la consultoría artesana, la docencia y la investigación. Idea, activa, evalúa y acompaña en experiencias de aprendizaje de construcción de conocimiento colectivo aderezadas con tecnologías.
Si eres una o un profesional con implicación en proyectos de colaboración ciudadana que desea impulsar la participación mediada por las tecnologías (aunque sea tímidamente) para mejorar los procesos público-sociales que te traes entre manos, este post es para ti.
Aunque no existen fórmulas infalibles para integrar las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) con tu equipo de trabajo, sí puedes tener en cuenta ciertos criterios que te van a facilitar su aplicación exitosa. A continuación, te comparto algunos de ellos (los que a mí me funcionan).
Pon a las personas en el centro
Aunque parezca mentira, a la hora de seleccionar y aplicar tecnologías las personas implicadas en la iniciativa, el proceso en sí mismo, y tú importáis… ¡y mucho! Adoptar una visión determinista de las herramientas tecnológicas, solo te va a llevar a meterlas con calzador en tus proyectos y eso, a corto o medio plazo, seguro que produce algún tipo de llaga en el grupo que ralentizará o paralizará el proceso.
Así que antes de lanzarte a pedir consejo y seleccionar TIC, prepárate un café, un té o una bebida energizante, y formúlate algunas cuestiones sobre el trío personas-proyecto-tecnologías.
Ten muy claro: qué objetivos persigue el proyecto, cuáles son las etapas y acciones que pueden digitalizarse para agilizarse o aumentar su eficiencia, qué competencia digital presentas tú y las personas implicadas, cuáles son las tecnologías en las que se mueven como pez en el agua las personas que se encuentran en la iniciativa o a las que esta impacta, con qué recursos tecnológicos contáis, a título individual y colectivo, entre otras cuestiones (ves ampliando el listado de preguntas según tus vivencias).
¿Velocidad y rapidez? Tú eliges
Ten siempre presentes las metas de proyecto que has consensuado con tu equipo. Si las tienes claras, te será más fácil situar las tecnologías como recursos mediadores, capaces de facilitar la consecución de hitos dentro de las diversas etapas de vuestra agenda de trabajo.
Pregúntate qué tipo de herramientas tecnológicas os pueden ayudar a: (1) conseguir los objetivos que habéis establecido, en plazos diversos; y, (2) validar que vais por buen camino, o que habéis alcanzado el éxito (gracias a la posibilidad de medir vuestro progreso hacia vuestros resultados clave).
Inversiones varias
Siento decirte que sí, el uso de tecnologías en tus iniciativas va a requerir de inversiones que tanto tú como la gente de tu equipo vais a tener que realizar.
- Inversión en la selección de los recursos tecnológicos. Busca un lugar tranquilo y alguna que otra dosis de paciencia que te ayude a ir experimentando con las herramientas tecnológicas que, después de tu análisis y priorización inicial, consideras que pueden dar respuesta a alguna de las etapas o acciones de tus iniciativas ciudadanas.
- Inversión relacionada con la búsqueda y preparación de recursos (in)formativos que ayuden a aprender a manejar las herramientas tecnológicas. Las personas te agradecerán ese videotutorial o esos enlaces a manuales que expliquen con precisión el uso de las herramientas que les compartas
- Inversión en tiempo, que variará en función de la competencia digital de las personas, para poder superar la curva de aprendizaje que os lleve a todas las personas dominar las funcionalidades básicas de las tecnologías escogidas.
El mítico plan B
Siento confesarte que las tecnologías no son infalibles, por eso siempre es bueno que te guardes un par de ases/recursos de dinamización y tecnológicos (analógicos o digitales) bajo la manga para poder hibridar o hackear con relativa facilidad y comodidad las tareas que tiene que desempeñar tu equipo.
Así que, si vas a trabajar con un recurso tecnológico ten siempre a punto otro que cuente con funcionalidades similares que puedas aplicar por si el primero “se rompe”. También puede haber momentos en los que vas a necesitar volver a lo analógico. No te resistas al poder de los pósits, los rotuladores o el papel e intenta combinar un cocktail tecnológico-analógico equilibrado.
Trabaja las 3Cs
Cuando tu equipo cuente con un kit de herramientas tecnológicas intenta promover con él su pensamiento crítico, su creatividad y la colaboración. Estos tres componentes tienen que ir siempre alineados hacia las metas que habéis establecido en vuestro proyecto. Además, tienen que ayudar a maximizar la experiencia analógica a través del uso de lo tecnológico.
Insisto en la fuerza de lo colaborativo. La experiencia es un grado, así que intenta aprender de otras puestas en escena en procesos de colaboración público-social donde las herramientas tecnológicas han jugado un papel clave.
Aprovéchate de la inteligencia colectiva. Activa el play en tu espíritu investigador para descubrir iniciativas inspiradoras en los que las tecnologías funcionaron bien, regular o incluso mal. Ya sabes que de la superación de los errores se aprende (bastante).
Lo de copiar y pegar no se lleva, pero lo de investigar casos reales, adaptarlos, aplicarlos/transferirlos y evaluarlos, sí está tan de moda como los smartphones 4G.
No te enamores a primera vista
Caer en la tentación de quedarte con la primera tecnología que se te cruce por delante, para salir del paso, es un fenómeno habitual cuando se trabaja en proyectos colaborativos en los que se desea incluir las TIC.
Para prevenirte de la situación anterior, cuando te encuentres en el momento crítico de tener que seleccionar herramientas tecnológicas, tómate un respiro para…
- Reflexionar sobre el “para qué” de la tecnología. Es decir, clarifica qué acción/tarea permite llevar a cabo.
- Buscar tecnologías que las personas ya dominen o cuyo tiempo de aprendizaje sea breve. Identifica qué otras herramientas tecnológicas conoce el equipo que podamos utilizar para el fin concreto que perseguimos. Activa tus antenas. Existen tecnologías que “están de moda” entre determinados públicos. Date la oportunidad de conocerlas para saber si te pueden resultar útiles en algún momento de la iniciativa. Nunca se sabe. Mira con ojos nuevos cualquier tecnología que se cruce en tu camino.
- Comparar las tecnologías existentes estableciendo ciertos criterios de elección. Te dejo por aquí algunos, cuál de las tecnologías que tenéis sobre la mesa: se encuentra más a mano, responde de una manera más eficaz al objetivo para la que la habéis seleccionado, etc. Define qué criterios van a hacer que te decantes por el uso de una u otra tecnología.
- Probar las tecnologías en un entorno seguro. Antes de lanzarte a pedir que las personas se registren en ciertas aplicaciones o que entren a ciertos programas, ensaya para ver cómo funciona la tecnología desde dentro (es decir, cuando tienes que toquetearla para utilizarla) y desde la perspectiva de la persona participante (que tendrá que usarla en ciertos momentos del proyecto con confianza).
Todas las acciones anteriores si las puedes realizar en compañía, para contrastar informaciones y resultados, mucho mejor.
Hay que usar la cabeza…
Lo que de verdad importa cuando implementes tecnologías es lo que hagas con ellas para mejorar la co-construcción de soluciones dentro de tus proyectos colaborativos.
Recuerda que el cambio vinculado a una mejora en las iniciativas en las que administración y ciudadanía intervienen va íntimamente ligado, no tanto a las tecnologías, y sí al …
- QUERER – contar con la motivación para evolucionar y agilizar el proyecto con ayuda de las tecnologías.
- SABER – tener los conocimientos para poder aplicar recursos analógicos y tecnológicos que permitan aterrizar acciones en diferentes fases del proceso.
- PODER – poseer los recursos y también el equipo para poder diseñarlo, implementarlo y evaluarlo.
… para que en tus proyectos colaboraTICvos sucedan (buenas)… stranger things.
Lo sé, este post llega a su fin y no te he mencionado ni una sola herramienta tecnológica, pero te aseguro que tecnologías haberlas haylas, y se multiplican por momentos. Te compartiré algunas herramientas tecnológicas el jueves, 29 de junio, en el webinar que celebraremos a la hora del desayuno, para que puedas ir componiendo tu propio kit tecnológico.
¡Nos hablamos pronto!
P.S. ¡Ah! No seas egoísta e invita a la charla virtual a todas aquellas personas a las que les interese el tema de cómo integrar con criterio las TIC, y sin calzador, en sus iniciativas. Tenemos asientos virtuales reservados en primera fila.