Va de tríos en los proyectos público-sociales: objetivos, dinámicas y tecnologías

El pasado martes, 29 de junio, tuve un speed dating de aprendizaje con técnicos y técnicas que están participando en el proyecto Bherria. Fue una experiencia de lujo, intensa, veloz y algo corta.

Por si estás ya con una neurona puesta en las vacaciones o no tienes tiempo para echarle un par de ojos críticos a la presentación que utilicé como hilo conductor, en los párrafos que siguen, te dejo algunas ideas-fuerza derivadas del webinar (in)formativo (no están todas las que son, pero son todas las que están).

define etapas para no perderte por el camino

Ten en la cabeza un esbozo, más o menos delineado, de la iniciativa que quieres desarrollar. Asegúrate, que el resto de personas integrantes de tu equipo también lo comparten. A partir de aquí, desglosad las etapas por las que tendréis que transitar hasta llegar a culminar (con éxito) vuestra propuesta.

Una “chuleta” que te puede servir de inspiración para “trocear” tu proyecto es esta:

  • Etapa 1 – Escucha activa y comprensión de la situación y de las personas.
  • Etapa 2 – Definición de problemas o retos: los primeros tienen una connotación negativa, mientras que los segundos poseen un carácter positivo.
  • Etapa 3 – Ideación de soluciones: donde con tu taldea pasaréis de la divergencia a la convergencia.
  • Etapa 4 – Proceso: o lo que vais a hacer en equipo para sacar el proyecto adelante (ej. actividades, hitos, fechas, responsables, etc.). ¡No dejes las cosas en manos de la diosa de la Fortuna!
  • Etapa 5 – Prototipado y evaluación: aquí daréis forma a vuestra solución y la haréis realidad para poder aplicarla y valorar su impacto.
  • Etapa 6 – Comunicación: es una fase transversal al proyecto. Se caracteriza por el uso de multiformatos a la hora de producir y compartir informaciones relevantes.
  • Etapa 7 – Retorno: muy necesario para agradecer, reflexionar, comentar próximos pasos y cerrar con buen sabor de boca el proyecto.

Recuerda que las etapas anteriores son 100% tuneables en función de las necesidades, expectativas, tiempos y otros factores propios de tu equipo y de vuestra propuesta.

tus objetivos siempre a la vista

Asocia cada una de las fases que hayas establecido con tu equipo con su objetivo u objetivos correspondientes. Con uno es suficiente, pero si lo necesitas puedes escribir hasta tres, como máximo que sean alcanzables y realistas, considerando las circunstancias que os rodean.

Edita objetivos concisos, pertinentes y útiles (CPU), y porqué no, también SMART. Utiliza un único verbo en infinitivo al iniciar la redacción de tu objetivo.

apuesta por relaciones con sentido

Cuando tengas tus objetivos escritos, con buena letra y precisión, habrá llegado el momento de incluir dos elementos más en tu trío de acción como son las dinámicas y los recursos, tanto tecnológicos como analógicos. Sí, el lápiz, los pósits, el bolígrafo BIC, etc. pueden seguir siendo aliados en tu proyecto, sobre todo si este tiene carácter híbrido, contando con sesiones presenciales y también virtuales.

Según ciertos criterios, como pueden ser: el tiempo disponible, los perfiles de las personas participantes, los recursos variados, los espacios de actuación (ej. virtuales, presenciales o semipresenciales), etc., así como su relación de dependencia entre ellos, podrás determinar qué dinámicas pueden permitir avanzar hacia las metas que os habéis propuesto con un elevado índice de eficacia.

ten a mano dinámicas efectivas

Si los objetivos son tus “para qué”, en función de ellos vas a tener que seleccionar aquellas dinámicas que te facilitarán la vida para poder alcanzarlos, es decir, te tocará determinar tus “cómo”.

Dinámicas haberlas haylas. Realiza una búsqueda rápida por internet y encontrarás cientos de ellas. Sin explorar por la nube, seguramente entre tus compañeras y compañeros o tu red personal de aprendizaje (personal learning network o PLN), también podrás dar con acciones que puedes transferir en alguna de las etapas de tu propuesta.

Una vez tengas seleccionadas las actividades que va a vivenciar tu equipo de proyecto, piensa en cuestiones tales como:

  • ¿Necesitas equipos aleatorios, de asignación obligatoria o de acceso libre por parte de las personas?
  • ¿Cuántas personas tienen que componer cada equipo?
  • ¿En qué espacio se implementará la actividad?
  • ¿Cuánto tiempo de duración tendrá la dinámica?
  • ¿Qué conocimientos previos y recursos son requeridos para asegurar su éxito?
  • ¿Cuál será el resultado o resultados tangibles?
  • ¿Qué roles desempeñarán las y los integrantes del equipo durante la dinámica?

 

Por si no sabes por dónde empezar con esto de las dinámicas, te dejo tres enlaces para que los tengas a mano cuando quieras profundizar sobre este tema:

 

ordena para mitigar la infoxicación

Tanto tú como las personas de tu equipo, os vais a tener que convertir en curadoras de contenido. Seguramente, esto os va a llevar a tener que aplicar las cuatro eses: (search) buscar las informaciones precisas que necesitáis, (select) seleccionar aquellas que son más relevantes, (save) guardarlas, con un orden aceptado por Marie Kondo; y, (share) compartirlas o ponerlas en juego en el momento en que sea necesario.

Para poder “curar” bien, te tocará, sí o sí, consensuar con tu equipo tanto el “cómo lo vais a hacer” (ej. utilizando etiquetas, descripciones breves, palabras clave, etc.), como el “con qué herramienta” (ej. Wakelet, Diigo, Pearltrees, Pinterest, .) en función de vuestros intereses u otros elementos que consideréis oportunos.

desarrolla tu kit tic (sin prisa, pero sin pausa)

Si has leído hasta aquí, ya te habrás dado cuenta de que las tecnologías son unos medios que tienen que facilitarle la vida a ti y a tu equipo en el momento de implementar ciertas dinámicas, encaminadas a conseguir vuestros objetivos.

Pero para poder cumplir con su propósito, te aconsejo que tengas a mano un repositorio bien organizado de las herramientas tecnológicas de las cuales puedes hacer uso. Para ello, diseña una ficha virtual (en la herramienta que prefieras como: presentaciones o documentos de Google Drive, Canva, etc.) que te permita recoger informaciones, por un lado, sobre la tecnología en cuestión (ej. enlace, descripción breve, funcionalidades principales, carácter colaborativo, coste, tutoriales en diferentes formatos, etc.).
Y, por otro lado, incluye también campos relacionados con su uso: en qué dinámicas se puede utilizar y cómo, cuál es su curva de aprendizaje para una persona novata, experiencias donde se ha puesto en práctica con resultados buenos y no tan buenos, etc.

En un mundo ideal, te diría que configurases el kit TIC de manera colaborativa, con los aportes de todas las personas de la propuesta, pero para hacerlo, primero todo el mundo, tiene que tener clarísimos los ítems que se deben concretar.

¡IMPORTANTE! Una misma tecnología te puede servir para llevar a cabo múltiples dinámicas, pero (ahora es cuando te decepciono) no sirve para realizar todo lo que te propongas. Así que, mantén tu mente abierta, porque en ocasiones te va a tocar realizar un cocktail tecnológico para poder desarrollar con tu equipo todo aquello que tengáis marcado en vuestra particular receta de proyecto.

¡Practica, sin vergüenza!

Los tiempos de experimentación con las tecnologías son necesarios… o mejor dicho, son obligatorios. Tienes que perderle miedo a las herramientas tecnológicas y para ello no te queda otra que realizar un salto con triple tirabuzón para sumergirte en ellas.

Pero… ¡ojo!, no te lances a la brava, primero, mírate un par de videotutoriales cortos que te permitan entender el funcionamiento básico de las tecnologías. Si tienes tiempo también lee algún manual breve o post informativo que te ayude a aclarar ideas. Después de esa ducha informativa, métete poco a poco en la corriente que te lleve a probar el recurso que hayas seleccionado.

No tengas miedo, te aseguro que nada explotará mientras trasteas las funcionalidades de una nueva tecnología. Como mucho puede que pierdas lo que has ido produciendo mientras experimentabas, pero ese es un riesgo que tiene un bajo costo y entre tú y yo para eso son las pruebas, ¿no? (y, sino que se lo pregunten a Arguiñano).

¡Ah! Lee la letra pequeña cuando uses tecnologías. Esto significa que tienes que prestar atención a las funcionalidades de la versión gratuita para no llevarte una sorpresa (probablemente desagradable) luego. Una vez hayas saboreado una tecnología decide si es necesario apostar o no por su versión de pago, para incluirla en el trabajo que estés desarrollando.

Y hasta aquí este post de síntesis con tamaño XL, que espero te haya sido nutritivo.

Soy todo oídos y neuronas por si me quieres compartir algún comentario constructivo, alguna duda incómoda o alguna experiencia profesional derivada de la integración de las tecnologías en tus proyectos colaborativos público-sociales.

Aurrera con Bherria!

P.S. Ya sabes que si eres técnica o técnico que está participando de la iniciativa Bherria, estoy a tu disposición durante todo un mes para que me digas cómo vas avanzando con tu Kit TIC. ¡Aprovéchate que me tienes a un clic!🙂

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