Aprendizajes y conclusiones sobre la facilitación en la colaboración público-social

Hace unas semanas la comunidad de Bherria se reunió para celebrar la última sesión antes de la desconexión estival. El marco temático del encuentro fue la facilitación en los procesos de colaboración público-social; para ilustrar el tema y dinamizar la conversación, contamos con la aportación de Garbiñe Garamendi quien compartió la experiencia y aprendizajes del proceso de reflexión impulsado por la dirección de Participación de la Diputación Foral de Gipuzkoa que tiene como objetivo concretar un marco compartido para la acción comunitaria. A continuación, compartimos las principales reflexiones surgidas en la conversación.

Todavía resonaban los ecos de la sesión de Prestakuntza dedicada a la facilitación. Más aún cuando Garbiñe presentó el proceso para “Elaborar un marco conceptual y estratégico para el impulso de políticas públicas basadas en la acción comunitaria en Gipuzkoa”, vinculándolo a la propuesta que hacía Susana Moliner en el contexto formativo. El vídeo que ilustra este post resume de forma sintética en qué consiste el proceso. Reservamos para esta crónica algunos de los elementos que se han tenido en cuenta en el diseño y facilitación del proceso:

  • Partir de la necesidad real y situada de técnicos y técnicas forales y municipales….
    …y reconocer y visibilizar experiencias activas que están aportando soluciones.

    Hay una necesidad de fijar un marco que soporte y oriente el trabajo local. Existen experiencias importantes y significativas en marcha. Necesitamos conocerlas, comprenderlas y contar con ellas para la construcción de ese marco.
  • Dedicar el tiempo necesario para el proceso creando un espacio de seguridad y confianza.
    En concreto, ha sido un acierto destinar al proceso un tiempo alejado de los ciclos electorales y de la tensión que estos conllevan.
  • Favorecer e integrar la diversidad para posibilitar el cruce de experiencias y conocimientos.
    Los talleres se han realizado con ayuntamientos grandes, medianos y pequeños. El proyecto ha ido adaptándose a los mismos en tiempos, espacios, horarios, metodologías y perfiles técnicos. Fruto de esta mirada a la diversidad, el grupo motor del proyecto se ha ampliado incluyendo otros municipios más pequeños.
  • Prestar atención a lo emergente y tener espacio de acción para atenderlo.
    Sorprende la fuerza con la que emergió la necesidad de un trabajo dentro de las instituciones que impacte en las dinámicas internas buscando, por ejemplo, una mayor coordinación entre redes y departamentos.
  • Desarrollar los aspectos relacionales desde la consciencia y el método.
    Garbiñe terminaba su explicación anunciando algunos aprendizajes vinculados a principios metodológicos para trabajar lo relacional; e invitándonos al curso de verano donde presentarán estas experiencias y conclusiones los próximos días 14 y 15 de septiembre.

Tras la reflexión que nos compartían desde la dirección de participación de la Diputación Foral de Gipuzkoa profundizamos sobre algunos aspectos:

Construcción de sinergias dentro de los ayuntamientos y entidades públicas:

  • Existe un caldo de cultivo de personas, que desde su responsabilidad técnica en municipios y la Diputación, se muestran interesadas en poner en práctica estas maneras de hacer. No obstante, es cierto que es difícil contagiar a todas las partes de la organización. Se trabaja desde hace mucho tiempo para incorporar esta apertura a la ciudadanía y no se avanza al ritmo deseado. Se van abriendo nuevas maneras y se obtienen impactos. Pero hacen falta más espacios de cruce para compartir los marcos de acción.
  • Hay servicios en los ayuntamientos que son muy relacionales y están habituados a trabajar con la ciudadanía. Otros lo tienen más lejano. Además, en ocasiones, este tipo de proyectos de colaboración con la ciudadanía se adjudican a personas de reciente incorporación que no reciben la preparación necesaria. Esto puede hacer pensar que no existe una apuesta real por parte de la institución..
  • Cuando la apuesta política es clara, los procesos funcionan. La construcción de un marco compartido desde una apuesta como la de la Diputación de Gipuzkoa apoyando el trabajo local es un muy buen ejemplo de ello.

Construir puentes de colaboración con la ciudadanía abierta a otras formas de participar:

  • Resulta esencial acercarnos a la ciudadanía con la voluntad real de adaptación. Los ritmos, tiempos y lenguajes son diferentes para establecer vínculo con la ciudadanía. En el contexto actual la participación es más líquida, con menor compromiso que en un proceso largo en el que se implica a entidades sociales. Debemos adaptarnos a estas nuevas formas de participar más rápidas e instantáneas.
  • En los municipios más pequeños se acorta la distancia con la ciudadanía gracias a un alto conocimiento de las personas, los recursos… ¿Cuál puede ser la estrategia en municipios más grandes? ¿Concursos de ideas? Es necesario continuar acercándose al barrio dentro de las ciudades.
  • ‘Acudiremos si nos invitan’. Esta máxima ejemplifica la estratégia de detectar a aquellos colectivos referentes para que sean estos los que hagan de prescriptores con el resto del tejido ciudadano. Cuando hay una comunidad activa sabe donde están los potenciales y cómo activarlos. Una participación transversal necesita de estos espacios para encontrarse.

Los potenciales y los límites de la digitalización.

  • Actualmente, la digitalización se vive como un muro para la participación y la relación con la administración. Parecía que iba a ser una oportunidad y, a veces, es una barrera que separa y distancia.
  • Es necesario mantener un equilibrio digital-presencial. La necesidad de presencialidad es real. Se necesita pensar en modelos propios que nos eviten “vivir con la b@qk entre los dientes”. La digitalización total puede desbaratar todo un proceso.
  • En OGP están trabajando en el reto de la brecha digital. Es necesario pensar en claves multicanal (montar los servicios desde diferentes canales). E incorporar la perspectiva ciudadana y la diversidad de las personas en este diseño.

Los problemas surgen cuando terminan los procesos y se vuelve a la rutina del día a día.

  • ¿Cómo aprovechar el cotidiano para que se generen más relaciones, más conexiones con perspectiva de colaboración comunitaria? Durante un proceso resulta más sencillo, pero en el día a día es más problemático.
  • Habitualmente se plantean procesos muy amplios y complejos que no consiguen movilizar a la ciudadanía (por ejemplo, PGOU). Es conveniente identificar las necesidades de la ciudadanía para traducir-adaptar-simplificar los grandes temas a sus intereses.
  • Generar excusas para el encuentro. Resulta vital aprovechar cada momento y espacio. Algunos ejemplos:
    • El nuevo espacio en Etxebarri con recursos acuáticos es producto del diseño ciudadano; las personas que han participado reconocen sus aportaciones en la obra final. El efecto es multiplicador.
    • Recoger fotografías de las vecinas y generar una reflexión sobre el patrimonio físico e intangible local.
    • Una formación dirigida a personas que posean mascotas y que puede acabar constituyendo una asociación canina.
    • Es una sorpresa agradable el creciente interés por la salud. Es una buena oportunidad temática para el encuentro.

Habilidades blandas y competencias relacionales como técnicos y técnicas para el trabajo comunitario

  • Se propone que, como técnicas, se de un acercamiento en claves relacionales para aprovechar todo lo que ocurre. Con las ganas de “seducir” continuamente. Hay que tener en cuenta que, a veces, se puede valorar más que un técnico se quede en la comida popular de unas fiestas que todo el trabajo previo realizado para que esas fiestas puedan ocurrir.
  • No obstante, se deben cuidar los límites de esta implicación. Nos manejamos en la frontera y es importante definir puestos y funciones planteando un reparto de horas y propuestas claras para saber qué implica este trabajo técnico, dónde debemos de estar, dónde invertir energías… Sin perder el foco de la función pública. La estabilidad, las compensaciones y unas condiciones de trabajo adecuadas ayudan a equilibrar estas implicaciones y motivar la proactividad.
  • Las “habilidades blandas” y relacionales ¿Cómo se desarrollan? Actualmente, no se solicitan en los procesos de incorporación a los puestos de trabajo. Se presuponen y, si no se tienen, se exigen ¿Cómo se construyen en la Administración Pública las habilidades que ayudan a crear y mantener las relaciones?

Hasta aquí la crónica resumen del encuentro de Komunitatea. Como síntesis conclusiva se puede enunciar un listado de acciones clave que definen los procesos desde la facilitación: basarse en las necesidades reales y situadas; adaptabilidad al contexto y lo emergente; construir espacios de seguridad y confianza; acercarse al barrio y encontrar prescriptores; desarrollar las habilidades blandas y relacionales; y generar excusas para el encuentro.

Con la celebración de este encuentro concluye el ciclo temático dedicado a la facilitación. A partir de ahora comenzamos un nuevo ciclo sobre un nuevo atributo para los proyectos de colaboración públicos social: la evaluación.

Recuerda que las sesiones de Komunitatea están destinadas a personas que, desde su responsabilidad técnica en las administraciones públicas vascas, forman parte de la comunidad Bherria. Si quieres formar parte de esta comunidad ponte en contacto con nosotras [email protected].


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