Cada sesión de Komunitatea, la comunidad de aprendizaje de Bherria, es una oportunidad para seguir profundizando en distintas cuestiones que afectan a la colaboración entre la Administración Pública y la ciudadanía, y también para seguir inspirándonos en cuestiones que nos preocupan o que no sabemos cómo resolver atendiendo a un sentido amplio de lo que significa la participación ciudadana.
Unai Amezaga, técnico de participación ciudadana en el Ayuntamiento de Galdakao, y que forma parte de esta comunidad de Bherria, comparte en este artículo la manera en la que desarrollan los presupuestos participativos en este municipio de Bizkaia.
«El Ayuntamiento de Galdakao ha puesto en marcha cuatro ediciones del proceso de los presupuestos participativos a lo largo del mandato anterior, 2019-2023. Ha sido un recorrido lleno de aprendizajes y cambios caracterizado por el “ensayo-error”. Las dos primeras ediciones generaron muchísima expectación en la ciudadanía, ya que se trataba de un proyecto novedoso. Esta respondió a la llamada a la participación, llegando incluso a celebrarse asambleas con más de 60 personas. Y ello, a pesar de las limitaciones y la complejidad de la gestión de los procesos derivada de las condiciones impuestas por la pandemia.
La apuesta política por el proyecto fue muy fuerte desde el primer momento, y es que el Ayuntamiento destinó 1 millón de euros por cada proceso. Una cifra muy elevada para un municipio de unos 30 mil habitantes con un presupuesto que ronda los 35 millones de euros.
La inexperiencia en la gestión técnica y política de un proyecto de estas características, unida al aluvión de propuestas recibidas hizo que la organización municipal llegara extenuada al final del segundo proceso.
Por ello, para 2022 se optó por realizar los primeros cambios importantes. Por un lado, se optó por un proceso que primase la “calidad” de las propuestas frente a la “cantidad”. Así, se recuperaron las propuestas que en los dos procesos anteriores no habían sido seleccionadas y se priorizaron en el seno del grupo motor compuesto por una parte municipal y una ciudadana. Por otra parte, las propuestas se agruparon en torno a 5 bloques temáticos y se seleccionaron las 5 propuestas priorizadas por cada bloque. A partir de ahí, el trabajo propuesto a la ciudadanía fue desarrollar esas propuestas elaborando micro proyectos que, finalmente se votaron, seleccionando una única propuesta de cierta entidad: la recuperación del Ibaizabal como columna vertebral de Galdakao.
El último proceso del mandato también vino con cambios. Los más importantes fueron: recoger propuestas para los presupuestos de 2023 y 2024 (convirtiendo así el proceso en bienal), zonificar Galdakao asignando a cada zona un presupuesto garantizando el equilibrio territorial, determinar qué parte del presupuesto se destinaría a inversiones y qué parte a servicios y, finalmente, apoyar el proceso con la nueva plataforma de participación erabaki.galdakao.eus.
Dos observaciones finales. Por un lado, es importante destacar algo que parece una obviedad: la necesidad de cumplir los compromisos. No puede iniciarse un proceso así sin los compromisos anteriores cumplidos, al menos en un grado aceptable. Al mismo tiempo, lo no cumplido pide una explicación pública. Nuestra plataforma de participación digital es una gran ayuda en esto porque permite realizar un seguimiento de todos los compromisos.
Finalmente, recalcar la importancia del trabajo interno con todas las áreas, explicando bien el proyecto y alertando sobre su importancia. Un proceso así implica a toda la organización. Para ello, el impulso político es fundamental.
Actualmente, avanzamos hacia otro modelo de proceso, que pivotará sobre el proyecto Auzotik Galdakao«.
Eskerrik asko, Unai! Desde Bherria seguiuremos este proyecto con atencción.
Por último, recordamos que las sesiones de Komunitatea están destinadas a las técnicas y técnicos de las administraciones públicas vascas que forman parte de la comunidad Bherria. Si quieres formar parte de esta comunidad ponte en contacto.