La hibridación de espacios para la activación comunitaria

Ainara Pérez, forma parte de Saregune, un centro de desarrollo comunitario de la asociación Sartu Álava que lleva 20 años acercando la tecnología a la personas y potenciando el uso libre y gratuito de las tecnologías como herramienta para la dinamización social y comunitaria del barrio y la ciudad. Hemos pedido a Ainara que comparta su experiencia sobre cómo fortalecer los espacios de encuentro y vinculación presencial a través de la integración con el trabajo en la capa digital.

Desde su creación en 2004, en pleno auge de la revolución 2.0, Saregune se ha consolidado como una referencia en el uso de la tecnología como herramienta para fomentar la cohesión social y la creación de redes comunitarias en el Casco Viejo de Vitoria-Gasteiz. Aquel momento disruptivo trajo consigo una transición: las personas pasaron de ser consumidoras pasivas de contenido a creadoras activas, lo que amplió las posibilidades del software libre y de la activación comunitaria con la creación de plataformas colaborativas donde las personas podían compartir conocimiento, desarrollar proyectos conjuntos y resolver problemas comunitarios.

En un barrio, que entonces enfrentaba desafíos profundos de degradación urbana y social, altos índices de desempleo, exclusión social y una imagen estigmatizada, Saregune surgió como una respuesta inclusiva para revitalizar la zona utilizando la tecnología y el software libre como herramientas de inclusión y empoderamiento social. En Saregune, las herramientas digitales se convirtieron en la clave; además, de un espacio donde las personas podían acceder a ordenadores, mejorar sus habilidades socio-laborales, comunicarse con sus seres queridos o gestionar trámites, el contacto personal entre vecinos y vecinas generaba lazos que ayudaban a romper no solo la brecha digital, sino también barreras sociales más profundas fortaleciendo así la cohesión social y potenciando procesos de transformación. 

Durante estos 20 años de trabajo, y en el contexto actual donde lo digital parece dominar nuestras interacciones, hemos comprobado que la verdadera transformación se produce en la intersección entre lo digital y lo presencial. Este enfoque híbrido permite que las herramientas digitales se conviertan en catalizadoras para la creación de conexiones humanas, redes de apoyo y procesos comunitarios.

Por tanto, el verdadero valor reside en cómo logramos que las tecnologías digitales, en lugar de aislar o fragmentar, se convierten en palancas para fortalecer los lazos comunitarios. Cada curso o sesión de acompañamiento tecnológico en Saregune no se limita a transmitir competencias técnicas; es también un momento donde se tejen redes, se comparten experiencias y se construyen tramas sociales que tienen un impacto duradero en la vida del barrio. 

Desde nuestros comienzos, hemos apostado por el uso del software libre por su enfoque colaborativo y descentralizado. Este enfoque hace que todas las personas puedan aprender y compartir conocimiento, lo que fomenta el aprendizaje entre pares. Al mismo tiempo, este intercambio de conocimiento impulsa la autonomía de las y los usuarios, que no dependen de grandes corporaciones para el uso, la modificación o mejora de las herramientas tecnológicas, promoviendo así la soberanía tecnológica. 

El crecimiento del software libre se basa en las contribuciones de una comunidad global, lo que permite que las herramientas se adapten de manera flexible a las necesidades locales y ofrezcan soluciones personalizadas. Con su enfoque comunitario, el software libre no solo reduce barreras económicas y de acceso, sino que también promueve un ecosistema tecnológico más inclusivo, equitativo, participativo y sostenible. Esto nos ha permitido, por un lado, ofrecer todos nuestros servicios de forma gratuita, eliminando obstáculos financieros; y, por otro lado, el enfoque en la reutilización y la reducción de residuos electrónicos genera un impacto positivo tanto en las personas como en el medio ambiente.

El impacto de la hibridación en la colaboración público-social

Este modelo híbrido de Saregune también ha impulsado la colaboración público-social, facilitando que las administraciones locales y las organizaciones comunitarias encuentren un terreno común en el que trabajar de manera conjunta. A través de estos procesos hemos podido generar espacios de co-creación y colaboración que conectan lo mejor de ambos mundos: la proximidad y el contacto humano del ámbito presencial, con la eficiencia y accesibilidad que ofrece lo digital.

Como apuntaba más arriba, la hibridación no es solo una solución técnica; es una estrategia que permite fortalecer y expandir las redes comunitarias. Cuando la tecnología se utiliza desde una perspectiva comunitaria se convierte en un motor de cambio que ofrece nuevas oportunidades y fomenta procesos de transformación colectiva que mejoran la calidad de vida de toda la comunidad.

En Saregune seguimos explorando los límites y las posibilidades de la hibridación digital-presencial. Estamos convencidas de que el futuro de las comunidades pasa por integrar lo digital y lo presencial de manera que ambas dimensiones se refuercen mutuamente. Nuestro compromiso es seguir construyendo redes donde la tecnología no sea un obstáculo, sino un recurso accesible y transformador al servicio de las personas y los colectivos.

La experiencia nos ha demostrado que el verdadero poder de la tecnología reside en cómo la utilizamos para generar conexiones humanas, empoderar a las personas y transformar nuestras realidades locales. 

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